Un Sócrates apócrifo

05.09.2013 01:36

 

  Sócrates.- Podríamos intentar, no definir la esencia de la belleza en sí; me sé incapaz de definir lo bello de modo acabado, pero sí puedo aventurar una caracterización, una cierta regularidad que creo aprehender del asunto: ¿Qué es lo que se presenta siempre ante la contemplación de lo bello sino el placer?. La belleza, así concebida, vendría a ser la sensación pura de placer ante la simple contemplación de lo que consideramos bello. Ahora bien, puedo ver también que lo bello no es un atributo propio de los objetos, no existe de modo absoluto y eterno en ellos; sino que es como una especie de “entidad independiente y caprichosa” que se posa sobre ellos: como una divinidad, que por antojo y deliberación propia, en el camino de su existir, hace participar y le confiere sus atributos a las entidades sobre las cuales vierte su atención, y si agudizamos nuestra percepción podemos verla; sentirla amar las cosas que ella esta amando y participamos nosotros mismos de ese amor…